viernes, 20 de febrero de 2009

Una historia, un instante

Como cada mañana me arrastro hasta la cocina y me preparo un café para poder sobrevivir y empezar el día lo mejor posible. Me siento frente a este teclado y pienso sobre qué merecería la pena escribir...

Hoy voy a hablar sobre esos momentos felices que hacen que la vida merezca la pena, esos momentos fugaces cuyo recuerdo hace eco el resto de nuestros días. Apenas duran un abrir y cerrar de ojos, una noche, unas horas, pero su recuerdo te hace sonreir. No cambiarías nada de lo ocurrido, te gusta cada instante, cada minuto, cada segundo y todo ello lo guardas en un lugar privilegiado de tu memoria.

Ayer fue una noche inmejorable, cena con velas, risas, mitología, conocer algo más de ti, aprender sobre cualquier tema que me deje absorta, una confesión, un secreto, un pecado, un olvido, un tiempo que pasa sigiloso, un baile, una historia...nuestra historia, fugaz quizás pero increíble, perfecta.

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