domingo, 22 de febrero de 2009

Hasta pronto

Siento dolor, mucho dolor. Siento como mi corazón se seca, se ahoga. Siento como si alguien lo estuviera estrujando. Siento como si alguien quisiera arrancarmelo, tira con fuerza. Me duele, lloro. Más que llorar, grito. Déjame el corazón en su sitio! Aquí, donde estaba, en mi pecho, lastimado pero mío. Intento sujetarlo con mis manos pero no puedo, la fuerza que me lo arrebata es más fuerte que yo. Duele tanto que no sé si podré soportarlo. Lloro, grito, chillo pero el dolor sigue igual de intenso. Parece que voy a desvanecerme, no lo soportaré. El dolor permanece, mi corazón desaparece, muere pero yo sigo viviendo. ¿Por qué?

Este sentimiento me hizo pensar...tanto, tantísimo dolor solo se puede experimentar cuando te arrancan, te roban un verdadero amor. No ese amor de los cuentos de hadas. Es ese amor al que te das por nada, incondicional, infinito, pleno. Ese amor que lo darías todo por él sin pensarlo (el que yo pensé que sabía hasta que lo sentí. No tenía ni idea, ni se parecía a lo que imaginaba). No podeis ni imaginar la suerte que tengo de haber amado tanto, de haber sido capaz de amar con todo mi ser. Qué bonito haber sentido tanto, saber que mi corazón era todo suyo. Saber que jamás podré amar igual pero que un día fui capaz de amar de tal manera. No me arrepiento, al contrario, soy feliz de saber todo lo que he amado, por sentir ahora tanto dolor.

Imposible describir con palabras el vacío que dejó en mi vida, en mi día a día, en mi mente, en mi corazón, en mi ser...

Gracias por darme el privilegio de conocerte, admirarte y amarte. Ningún día dejaré de pensar en ti. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario