miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hay algo que da espendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina.

Gilbert Keith Chesterton

sábado, 21 de noviembre de 2009

Una sonrisa

Maravilloso día que aun estando nublado veo el sol, que me ciega, me envuelve, recorre todo mi cuerpo, desde los dedos de los pies hasta las puntas de mis cabellos.

Hoy el cielo parecía azul, hoy sonreía a la niebla y parece que se desvanecía. Hoy la calle vestía colores primaverales, alegres, que cubrían los tristes grises del otoño.

Hoy me levanté ciega y sin embargo podía verte, te sentía. Hoy supe que si te viese te reconocería, sabría que te he encontrado.

Hoy escuché el dulce canto de un ruiseñor y oí a las chicharras sonar. Hoy las flores desprendían una fragancia inimaginable, un aroma embriagador.

Hoy fui a trabajar y no conseguí separarme de ti, estabas en mi. Te dibujaba en mis cuadernos y en cada letra te divisaba.

Hoy no dejé de sonreir.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Domingo

Con los ojos húmedos por el cansancio, las bolsas bajo ellos cada vez asoman un poco más en mi faz. Ya no puedo más, necesito dormir aunque no consigo cerrar los ojos y volar lejos, a otro mundo, soñar...

No consigo concentrarme, empiezo a tener pérdidas de memoria, la vista se me nubla. Estoy pero no, me siento en otra realidad. Esta mañana te levantaste a mi lado pero ya no estabas aquí, tus ojos me lo contaron. Quizá, ya lo sabía aunque no quise verlo, o simplemente quise olvidarlo pero hoy soy consciente de la situación. Ya nosotros no somos tu y yo. No es que te hayas ido, es que nunca llegaste a estar aquí, a mi lado. Todavía no tienes hecha la maleta, te quedan cosas por aprender, por guardar, por saber de ti. Yo seguiré aquí, donde siempre, donde me conociste, donde por primera vez nos herimos tan solo con una mirada.

Tal vez, algún día termines de meter todas tus vivencias en la maleta y puedas recorrer el camino que te lleve a mi lado. Y entonces, al despertar me reflejaré en tus pupilas y empezaré a sentirte de nuevo tras tu largo y duro viaje.

martes, 10 de noviembre de 2009

Rayadita de la guardia nº 3

Y aquí me encuentro, a estas horas donde el mundo que me rodea se evapora, cuando lo único que existe es este silencio ensordecedor que me provoca una loca cordura . Repleta de sentimientos sin sentido, contradictorios, inesperados, que aclaran las ideas y a la vez provocan una nube en la azotea.

No sabes cuánto te eché de menos y cuánto pude echarte de más. Tu nombre retumba en mis oídos, un zumbido del cual no me puedo desprender, siempre la misma melodía acompaña mis días... taninoní, taninoninoninoninoninoní... oigo violines, tu corazón.

En una ocasión leí que podría ser que corazón fuese tan solo un aumentativo de la palabra coraza...¿y si tiene razón?

Aún recuerdo cómo sonaba, ahí metidito en tu pecho, el primer día que se rozaron nuestro labios. Hacía tanto ruido como el que hace una gran ciudad a las seis de la tarde, repleta de gente, de coches, de vida...

Y aparece lo que me temía...

Anda por aquí merodeando el terror, el miedo, la desconfianza, las murallas, armaduras, la desprotección, las inseguridades, el dolor, el sentir que te haces pequeñito, la valentía, el latir de un corazón.

No sé si te quiero o no te quiero, yo solo sé que al mirarte, al acordarme de ti, una sonrisa se dibuja en mi cara, se ilumina mi vida, se llena de color, sin sentido me sale reír. Guarda bien este secreto: me han dicho que éso es ser feliz.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Aunque tú no lo sepas...

La melancolía ha inundado mi ser, así que hoy os dejo esta canción que después de haberla escuchado tantos años sigue consiguiendo provocar en mi añoranza, amor, desamor, esperanza, dolor...y siento como mi corazón se estruja y yo ya no puedo mantenerme en pie, me hago un ovillo en un rinconcito de la cama esperando que pase el día.