Desde que volví de vacaciones día a día me levantaba para venir a trabajar sin ningún sentido, sin ganas y sin saber por qué.
Hace una semana lo volví a recordar, es cierto, he necesitado que esas personas por las que trabajo cada día me lo hayan recordado. Gracias.
Mi trabajo, muchas veces, mi vida consiste en estar con personas. Personas maravillosas, en general que no dejan de enseñarme y sorprenderme. Como aquel día.
Hoy vino un repartidor con un ramo de flores inimaginable, precioso y preguntaba por mi...
No podía ser, tenía que ser un error, ¡quién podría haberme mandado flores al trabajo!
Roja como un tomate y llena de emoción cogí el ramo y la tarjeta que le acompañaba. Estaba temblando. No pude esperar ni un segundo y abrí la tarjeta. No tengo pareja así que él no podría ser, ni amante anónimo, ni admirador (que yo sepa...). ¿Quién podría ser?
Empecé a leer: "Paula, gracias por todo lo que has hecho por mi durante estos días. Silvia."
Ha sido la carta de amor más bonita que he recibido nunca...
Gracias por recordarme lo maravilloso que es mi trabajo, todo lo que consigo en él y todo lo que aprendo. No puedes ni imaginar lo bien que me ha hecho sentir tu regalo, lo útil, segura y orgullosa que me siento gracias a tus palabras. Tu eres la razón de lo que hago, tu eres la razón por la cual vengo cada día. Me ha encantado conocerte y que hayas formado parte de mi vida aunque, realmente, espero no tengas que volver aquí, conmigo, porque eso significará que estás bien.
Roja como un tomate y llena de emoción cogí el ramo y la tarjeta que le acompañaba. Estaba temblando. No pude esperar ni un segundo y abrí la tarjeta. No tengo pareja así que él no podría ser, ni amante anónimo, ni admirador (que yo sepa...). ¿Quién podría ser?
Empecé a leer: "Paula, gracias por todo lo que has hecho por mi durante estos días. Silvia."
Ha sido la carta de amor más bonita que he recibido nunca...
Gracias por recordarme lo maravilloso que es mi trabajo, todo lo que consigo en él y todo lo que aprendo. No puedes ni imaginar lo bien que me ha hecho sentir tu regalo, lo útil, segura y orgullosa que me siento gracias a tus palabras. Tu eres la razón de lo que hago, tu eres la razón por la cual vengo cada día. Me ha encantado conocerte y que hayas formado parte de mi vida aunque, realmente, espero no tengas que volver aquí, conmigo, porque eso significará que estás bien.