domingo, 14 de junio de 2009

Un día gris

Tras un simple "hasta luego" y cerrar lentamente la puerta. Salgo, cabizbaja, con el corazón en un puño y un nudo en la garganta. Mis ojos se inundan de lágrimas. Ese sentimiento de abandono vuelve a recorrer mi cuerpo, sin razón real alguna. Hoy fue un día corriente.

Caminando sobre un asfalto mojado, inmersa en lo desgraciada que siento que soy, bajo la calle cruzándome con gente que no conozco y que está viendo como se deslizan por mi cara una tras una las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo. Ya no importa que esos desconocidos descubran el sufrimiento en tu gesto, en tu piel.

Cuando parece que estás corriendo los mil metros lisos, estás agotada. Y sin embargo tan solo has sido capaz de levantar un pie y tras mucho esfuerzo consigues que el otro le siga. El camino al metro que antes cronometrabas y sabes que está a tan solo siete minutos se convierte en eterno.

Cuando serías capaz de coger un taxi a cualquier precio por acortar un poco el camino y llegar tan solo un minuto antes a casa para hacerte un ovillito y así pasar la fría y larga tarde de sábado.

Parece que ya llega el metro, oyes como llega a la estación. No quieres perderlo pero te resulta imposible correr pero tienes tantas ganas de llegar...haces el esfuerzo pero es en vano, sigues caminando lentamente.

Llega el metro y sin darte cuenta localizas un asiento vacío. Sabes que hoy te resulta imprescindible ocuparlo tu. Hoy serías capaz de no respetar el sitio ni siquiera a la típica abuelita que enternecería a cualquiera. Hoy necesitas que te cedan a ti el sitio porque los sentimientos, las penas que pusiste a la espalda para no verlos, para no tenerlos en cuenta, ya pesan. Igual que el repleto bolso de cosas inservibles que llevo siempre colgado a modo de bandolera. Qué placer sería poder, tan solo por un día, por unas horas, desprenderme de él. Dejarlo en un rincón. Olvidarlo. Sentir cómo se siente alguien que día a día no tiene llevarlo, que día a día no le pesa la vida.

3 comentarios:

  1. Solo es tu mente. No sé si escribes sobre ti misma o sobre un personaje. Todos tenemos momentos bajos, aguanta y disfruta de las pequeñas cosas que tengas en tu vida. Animo!!!

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  2. Hola Amiga de letras, ese recuerdo o espectro de memoria que tienes adentro, sera parte de ti, pero de ese ti, que es ayer, en el hoy no existe.
    Mas que desprenderse, seria asumirlo como algo de uno, como algo mas que la vida va poniendo en nuestro camino, pero que ya no es parte de nuestros pasos.
    Un Saludo.

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  3. q triste!! a veces, la vida pesa un montón. Pero dejar de lado las cosas no suele solucionar nada. A veces, es mejor subirse al metro, levantar la cara e intentar sonreir. Aunque duela, y cueste.
    ánimos.

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