jueves, 23 de abril de 2009

Diferentes formas de vivir la misma historia

La verdad, es que últimamente me han pasado un montón de cosas que nunca esperé experimentar. Me he descubierto a mi misma aprendiendo cosas que nunca pensé saber, sintiendo lo que nunca antes había sentido, actuando como antes nunca fui capaz y descubriendo partes de mi ser que nunca había imaginado.
Después de todas esas vivencias, de su desenlace y su final. Me consuela saber que hay otros soñadores e idealistas que no se conforman con una vida gris.

"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante". Paulo Coelho.

11 comentarios:

  1. Amén a eso.

    Personalmente creo que la vida es tan gris como nosotros dejemos que lo sea, pese a que a menudo nos cueste verla en otro tono que no sea ese.

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  2. En eso consiste la vida... Siempre somos capaces de sorprendernos a nosotros mismos. Besos!!

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  3. DOCTOR SÍ VA A DECIR

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  4. SOBRE LA VIDA GRIS Y LOS IDEALISTAS.
    Contra vuestro idealismo multicolor esto es lo que contrapone el Doctor Sí:
    Un poco más de respeto con las vidas grises, por favor, que ya estamos mayorcitos para decir y oír ciertas cosas. Lo más curioso es que las personas más coloridas, aquellas más propensas a la esperanza y al idealismo, son las que antes se conforman con cualquier cosa. Como si la tozudez de esperar les dispensase de un real y desesperado inconformismo con lo dado.
    Sin embargo el Doctor Sí hoy se siente generoso y en pro de vuestra salvación ve necesario avisaros de la estrechez de vuestras miras, queridas adolescentes de veinte, de treinta o de cuarenta años que esto leéis (sí: la adolescencia del presente se ha desligado del ciclo de la vida, ya no tiene ritos de pasaje que la delimiten con claridad, y de ahí viene buena parte de vuestro padecimiento).
    Gris es el ropaje de nosotros, los anti-idealistas que decidimos acarrear las consecuencias de las decisiones verdaderamente arriesgadas que tomamos hace ya mucho tiempo. Pues nosotros, los grises, somos gente de riesgo, no fuimos conformistas cuando no tocaba serlo, y ahora tenemos Historia.
    Gris es la Historia, que contemplada en su vastedad se repite una y otra vez y nos da la verdad del hombre, la cual es modesta, agridulce y ciertamente invariable. De colores son las tapas de los libros de Historia, los trajes regionales subvencionados por los políticos, las banderas y la sangre de los muertos en el campo de batalla. Con la vida de los individuos pasa lo mismo: hay maneras de mirar coloristas que son fugaces y hay maneras de mirar con más pausa que nos ofrece un rico panorama en tonos grises. ¿Cuál es la manera más acertada? ¿Acertada para hacer qué?
    Ser grises nos cuesta angustias, hastíos y la incomprensión de las jóvenes alegres y engañadas que periódicamente nos vienen a aleccionar sobre cómo se fabrica un hijo, cómo se funda una familia, cómo se ama 'de verdad' y cómo se mantiene una pareja. Ser gris es más difícil que lanzarse en parapente, escribir sonetos de amor, meditar, viajar a la Cochinchina, coleccionar mariposas o monedas o amantes y mirarse otro poco más el propio ombligo.
    Nosotros los grises intentamos huir de ese platonismo alevoso con que se disfraza la egolatría que los adolescentes de hoy practicáis tanto como los de cualquier otra época. Los grises una vez asumimos un compromiso a largo plazo; y, claro, los compromisos a largo plazo son de color gris porque no están hechos para atraer las miradas de un público indiscreto, ni para salir bellos en una foto, pues se disfrutan al final de un largo recorrido que sólo quien lo vive lo recuerda y lo sabe apreciar. No hay resultados excitantes de inmediato, se requiere paciencia, aguante, intimidad y un grado suficiente de confianza. Sin confianza no hay duración. Y los idealistas sois en esencia gente que desconfía de lo real: con la coartada de manteneros tenaces a la busca de ideales, en la lucha cotidiana hacéis gala de una enojosa inconstancia.
    Y ahora el Doctor Sí se os va a mostrar todavía más jactancioso, a ver si os fastidia un poco:
    Quizá por ser tantas las penas, tantos los esfuerzos y renuncias, tiene más valor nuestra Historia gris. Los compromisos, las grandes Historias, no son para impulsivos ni para idealistas porque lo que acontece en el largo plazo está salpicado de prolongados aburrimientos y de las muchas cosas feas que nos depara la vida cotidiana (también por esas cosas feas al final nos sentiremos dichosos y pensaremos que la Historia ha merecido la pena, pues forman parte del resultado).
    La grisura de una vida tiene sus ventajas, sobre todo nos guarda de las miradas cotejadoras del público que busca primores en otra parte; pues el gozo íntimo, que trata de ser sólido y duradero, sólo puede germinar al margen de exhibiciones multicolores.
    En fin, contra la ilusión (palabra que hace dos siglos sólo significaba 'engaño'), contra la esperanza (palabra abstracta que viene del más concreto 'esperar') y contra el idealismo (palabra que viene de 'ideal', lo opuesto a 'real'), vaya para vosotros, mis entrañables idealistas, este fragmento de una vieja milonga argentina:

    “Para mí la vida es triste
    si uno se pone eperar.
    Muchas veces la esperanza
    son ganas de descansar”.

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  5. No pensé que un post tan simple como éste pudiera enfurecer tanto a nadie. No es una crítica maliciosa, como siempre mis post solo hablan de una opinión muy personal, nunca de la realidad absoluta.
    Gracias por tu opinion

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  6. Doctro Sí dice:

    Ya, ya veo que tus post no son nunca maliciosos. Tampoco era malicioso el ciego que ayer me fustigó dos veces con su palo, abriéndose paso entre la multitud. No era malicioso: era ciego. Seguramente, un jovial y apacible ciego. Pero a mí me hizo daño con su palo.

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  7. Siempre depende del cristal por donde lo mires, a lo mejor tu te pusiste en medio.
    De verdad, en ningún caso este blog se ha creado para "golpear" a nadie. Aquí solo hay unos garabatos para que los lea quien quiera y a quien no le guste lo que hay en este blog reflejado que no vuelva a entrar en la pagina.
    Gracias por tu dedicación

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  8. Doctor Sí, al habla:

    Gracias a ti, maja, por responder. Estoy en desacuerdo con ideas tuyas y me revuelvo con algunas impresiones que das. Por eso, precisamente, me gusta tu blog: me satisface emplear mi tiempo en aquello que me enseña algo diferente de lo que soy. No pienso dejar de entrar en tu página. Y, si tú me das permiso, volveré a escribirte comentarios. Me encanta ser azuzado con palos de ciego (rarito que es uno).

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  9. hola no se de k hablan y ni me interesa

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  10. jajajejejijijojojjuju ni se ni me interesa yo ni sikiera se pork me mety a esta pagina

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  11. y sin embargo, los has leido. y no solo eso si no que te has molestado en comentarlo. De veras, muchas gracias por tu dedicación.

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