viernes, 22 de mayo de 2009

El Silencio

Unas veces tan hermoso, otras desconcertante y el resto muy doloroso.

Cuando llego a casa después de un duro día de trabajo, tráfico, llamadas telefónicas, problemas propios y de los que te rodean. Abro la puerta de casa, abro la ventana para que la brisa roce mi cara y respiro. Entonces, amo el silencio. Me relaja, me seduce, me enamora. Es en ese momento cuando pienso que pocos sonidos podrías ser tan hermosos como para que mereciese la pena que rompiesen ese mágico silencio.

Cuando me miras, callado, sin entender qué es lo que dicen tus ojos. Cuando ese silencio me envuelve quiero huir de allí. Mis manos tiemblan y tan solo puedo dibujar una sonrisa incómoda, inquieta, nerviosa.

Ahora que te has callado, que el susurro de tu voz ya no volverá a penetrar en mis oídos, lloro. Este silencio que has provocado rompe en mil pedazos mi ser, duele. Ahora que de repente me has olvidado, que olvidaste que tal vez merecía un adiós y no tu silencio. Ahora, este silencio me enfada, me hiere, me provoca odiarte y, sin poder evitarlo, seguir amándote.

Ayer cuando una lágrima recorría tu rosada mejilla yo me callaba. Recurrí al silencio al no tener nada que decir, al no saber las palabras mágicas que cesaran tu llanto. El silencio invadió la habitación pero sabes que yo estaba contigo.

Cuando te escuchaba inmersa en tus palabras, en tus gestos y me mantenía callada. El eco de mi silencio desperdiciaba admiración, amor.

Cuando te pregunté y tu callaste, con tu propio silencio hablaste. No hay nada tan explícito como el silencio.

El silencio...travieso silencio.

2 comentarios:

  1. A veces un silencio duele mucho más que las palabras, y otras veces es mejor quedarse callados y no rellenar con palabras vacías, por que a veces no son suficinetes para expresarnos o para calmar lo que sentimos. Un beso.

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  2. uy, ahora me doy cuenta de que acabo de poner ese mismo dibujo en mi blog :O
    Un beso!

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